Cogiendome a mi vecina en Tuxtilla
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Es cierto eso que dicen que las gorditas se esfuerzan más para darnos placer y la neta esta pendeja que conocí en la discoteca es un claro ejemplo de lo que digo. Cogiendome a mi vecina en Tuxtilla.La pendeja bota al trote encima de la pinga de wey que esta medio dormido aÚn. Las dos se pasan la verga a sus bocas y cada una le hace una rica mamada para que este más dura para sus panochas. El marido se extraña al principio pero no duda en aceptar los deseos de su esposa y comenzar a follar aunque no pueda rozarse mucho.